María del Carmen García
Jefe de Servicio de Medicina Intensiva y Unidad Coronaria
Hospital Universitario Infanta Elena de Madrid.
Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) son entornos complejos y exigentes donde se atienden a pacientes en estado crítico. A pesar de los avances médicos y tecnológicos, la atención en la UCI a menudo se ha caracterizado por un enfoque centrado en la enfermedad y en los procedimientos técnicos, relegando a un segundo plano la dimensión humana del cuidado.
Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son posiblemente las áreas más “deshumanizadas”, ya que se trata de servicios altamente especializados, dotados de tecnología punta, normatizados, tecnificados, restrictivos y característicamente herméticos; una especie de universo propio dentro de un hospital. Además, el paciente de la UCI corre el riesgo de terminar casi desapareciendo detrás de las máquinas, sin voluntad, y donde lo más importante es el resultado que ofrecen los monitores y otros sistemas de control sobre su estado de salud. Todo ello implica, que el paciente pasa a ser reconocido solo de acuerdo con sus parámetros de gravedad.(1)
Si bien la idea de humanizar la atención médica no es nueva, ha cobrado especial relevancia en las últimas décadas en el ámbito de las UCIs. Diversos factores han contribuido a este impulso, entre ellos:
Evidencia creciente del impacto positivo de la humanización en la salud del paciente: Estudios han demostrado que la atención centrada en el paciente, que incluye aspectos como la comunicación efectiva, el apoyo emocional y la participación de la familia, puede mejorar los resultados clínicos, reducir la ansiedad y el estrés, y acelerar la recuperación.
Mayor conciencia sobre las necesidades emocionales y psicológicas de los pacientes críticos: Además de la atención física, los pacientes en la UCI requieren apoyo emocional y psicológico para afrontar una situación tan difícil y vulnerable.
Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) son entornos complejos y exigentes donde se atienden a pacientes en estado crítico. A pesar de los avances médicos y tecnológicos, la atención en la UCI a menudo se ha caracterizado por un enfoque centrado en la enfermedad y en los procedimientos técnicos, relegando a un segundo plano la dimensión humana del cuidado.
Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son posiblemente las áreas más “deshumanizadas”, ya que se trata de servicios altamente especializados, dotados de tecnología punta, normatizados, tecnificados, restrictivos y característicamente herméticos; una especie de universo propio dentro de un hospital. Además, el paciente de la UCI corre el riesgo de terminar casi desapareciendo detrás de las máquinas, sin voluntad, y donde lo más importante es el resultado que ofrecen los monitores y otros sistemas de control sobre su estado de salud. Todo ello implica, que el paciente pasa a ser reconocido solo de acuerdo con sus parámetros de gravedad.(1)
Reconocimiento de la importancia de la familia en el proceso de atención: La familia juega un papel fundamental en el apoyo emocional del paciente y en la toma de decisiones relacionadas con su cuidado. La humanización busca fortalecer la comunicación y la colaboración entre el equipo médico y la familia.
Principios clave de la humanización en las UCIs(2)
La humanización de las UCIs se basa en una serie de principios fundamentales que guían las acciones y las decisiones del equipo médico y de enfermería:
Es importante destacar que la humanización de las UCIs no es un proyecto atribuible a una sola persona o institución. Se trata de un movimiento global que ha sido impulsado por diversos profesionales de la salud, organizaciones y pacientes a lo largo de los años.
Sin embargo, podemos mencionar algunos nombres clave que han contribuido significativamente al desarrollo y promoción de la humanización en las UCIs:
El Proyecto HU-CI nació en el año 2017 con el objetivo de humanizar la atención en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs), promoviendo un enfoque centrado en el paciente y sus familiares.
Proyecto HU-CI centra sus esfuerzos en propiciar un nuevo modelo de unidades de cuidados intensivos. Sus líneas marcan las principales prioridades de trabajo y contienen un total de 160 estándares distribuidos en ocho líneas estratégicas.(1)
La prevalencia del delirio en UCI varía según la población estudiada, la metodología utilizada y los criterios diagnósticos empleados. Sin embargo, se estima que afecta entre el 20% y el 80% de los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos.
En un metanálisis del 2023 se evaluaron 51 estudios con un total de 39.076 pacientes. La incidencia y prevalencia de delirio en pacientes de la UCI fueron de 31 por 1000 y 33%, respectivamente. Se identificaron un total de 28 factores de riesgo. De estos 28 factores de riesgo, los cinco principales factores de riesgo modificables fueron dolor, uso de restricciones físicas, enfermedades respiratorias, privación de sueño y cirugías.(5)
Una revisión sistemática y un metanálisis sobre la incidencia y prevalencia de subtipos de delirio en una UCI de adultos encontro que de 27 342 pacientes, 4550 tuvo delirio con una prevalencia global agrupada del 31%, siendo de esto la prevalencia en los subtipos de delirio hiperactivo el 4%, hipoactivo el 11% y mixto 7%.
Siendo el delirio hipoactivo el mas preocupante ya que conlleva al subdiagnostico o no diagnostico del mismo y esto a aumento en los dias de hospitalizacion y complicaciones clinicas debemos enfocarnos y mejorar el su deteccion. El diagnóstico del delirio hipoactivo puede ser difícil debido a su presentación sutil. Es importante realizar una evaluación completa del paciente.(6)
En Latinoamerica se ha realizado algunos estudios uno de esto es el hecho en Mexico donde se incluyeron 563 pacientes. La prevalencia fue de 14%, los factores de riesgo más significativos fueron demencia, sedación, etilismo, EuroSCORE > 5%, ingesta deficiente, infección nosocomia, ventilación mecánica no invasiva y edad > 67 años. (7)
En Brasil en un estudio de cohorte prospectivo en una unidad de cuidados intensivos médico quirúrgico se encuentra prevalencia de delirio del 80%, 184 pacientes con delirio de 230 pacientes tomados. (8)
En Colombia un estudio descriptivo y longitudinal con enfoque cuantitativo se evaluo la presencia de delirio en pacientes ingresados en una UCI durante el año 2017, se analizaron 596 pacientes y de estos el 22% presento delirio en su estancia. (9)
En Ecuador se ha realizado varios estudios en uno de los cuales se quizo determinar la incidencia de delirium en pacientes no geriátricos, este fue un estudio retrospectivo de tipo transversal, realizado entre enero de 2017 y enero de 2021, se incluyeron 158 pacientes con prevalencia del 22.3% de delirio.(10)
Todos los derechos reservados. Se prohibe el uso o reproducción del mismo sin autorización. Omni Hospital, 2024. Guayaquil – Ecuador